Por Yoerli Viloria/ECS.-
Publicado en Diarios de los Andes
En visita a esta casa editorial Francisco “El Morocho” González Cruz,
abanderado de Voluntad Popular para la Gobernación, manifestó que está
cerca el final del socialismo del siglo XXI, con su carga de hambre y
corrupción, así como el fin del estatismo, el centralismo y el
militarismo, tras hacer referencia de recientes estudios de opinión.
“Siento que está cerca la instauración de la institucionalidad
democrática, civil y responsable; de la meritocracia y la honestidad; de
la promoción de la empresa privada, sobre todo de la empresa familiar y
de la pequeña y mediana empresa; de la descentralización”, expresó
González, quien además agregó que del protagonismo del pueblo como
sujetos conscientes, y no del clientelismo partidista que lesiona la
dignidad de las personas, depende el éxito del rescate de la nación.
“El Morocho” aseguró que el pueblo tomó conciencia de que el
socialismo sólo trae miseria, autoritarismo y corrupción; que la
persecución al que produce trae desempleo y escasez; la militarización
de la sociedad trae abusos, más delincuencia e inseguridad y que el
control de precios y de cambios trae corrupción, delincuencia y
especulación.
Alternativa inmediata
El también rector emérito de la Universidad Valle de Momboy indicó
que aunque existen varias salidas a la crisis, hay una alternativa
factible a corto plazo que se basa en la declaración de la falta
absoluta del cargo de Presidente de la República por abandono de las
funciones que la Asamblea Nacional puede declarar, “ignorando lo que
resuelva la Sala Constitucional, la propia Asamblea puede convocar el
Referéndum Revocatorio sin intervención del CNE, tal como lo plantean
Voluntad Popular, Copei, Vente Venezuela y otros factores democráticos”.
Preparados para gobernar
González señaló que al momento de producirse el cambio político que
todos los venezolanos anhelan los trujillanos deben estar preparados
para gobernar, “hemos padecido mucho la tragedia nacional y hemos visto
con asombro como una comunidad tradicionalmente tranquila presencia los
crímenes más atroces, por ello no debemos arriesgarnos a que los nuevos
gobiernos locales y regionales lleguen a improvisar y repetir los
errores del pasado”.