Sobre el cambio curricular en educación media

El cambio curricular de la educación media venezolana es una necesidad real y sentida, puesto que el actual modelo es obsoleto y no responde a las necesidades de la sociedad del conocimiento y de las nuevas realidades planetarias, que hacen de la educación el primero y más importante de los instrumentos para el desarrollo humano integral.

Es más, una reforma integral de la educación desde la inicial hasta la universitaria está aún pendiente en nuestro país, pues los intentos que se han realizado no han tenido mayores éxitos, al menos por los resultados, pues han sido parciales o con miradas sesgadas por los intereses del gobierno de turno.

Una reforma integral de la educación venezolana - y la de educación media en particular – es urgente e importante. Esta propuesta – que es parte de una más completa - se inició con unos documentos preliminares para una consulta nacional, se comenzó a aplicar en el estado Aragua en el año lectivo anterior y se aplicará en el año escolar que se inicia ahora. Poco recogió el Ministerio de las consultas y ningún cambio de la experiencia vivida en aquel Estado. Ese ya es un problema.

El documento central tiene un lenguaje atractivo de participación protagónica, y dice que es un documento pensado para el debate, la reflexión y la discusión. Que “los aportes de todas y todos serán bienvenidos, para que se cambie, modifique, agregue o suprima lo que sea necesario para garantizar eldesarrollo de las potencialidades y la formación integral de nuestrosjóvenes”. Leo con detenimiento la propuesta y la encuentro atractiva en términos generales. El tratamiento del currículum es integral, moderno e incorpora avances pedagógicos importantes. El maestro es considerado como el actor principal, junto con el estudiante, la familia y la comunidad. La incorporación como objetos de aprendizaje de los hechos de la realidad cercana, para ir luego a generalizaciones de otras dimensiones es igualmente interesante. También es un avance la concepción de los componentes curriculares por áreas de conocimiento y el abandono de las “materias” atomizadas y repetitivas y su sustitución por enfoque inter y transdisciplinar, las unidades de aprendizaje y evaluación son temas bien concebidos.

Se habla de la educación para la democracia participativa y protagónica, en un estado de derecho y de justicia, con igualdad, no discriminación y justicia social, derechos humanos, equidad, diversidad e interculturalidad, independencia, preservación de la vida en el planeta, salud y buen vivir y otros temas.

Pero los redactores no podían escaparse de la trampa ideológica y a estas propuestas las oscurecen con la introducción en el currículum del “Plan de la Patria”, la “transmisión de valores socialistas” y el pensamiento de Hugo Chávez, con lo cual derrumban todo el discurso del pluralismo y la libertad. Aparte de cientos de torpes manipulaciones de este mismo estilo como el “ecosocialismo” o la integración latinoamericana exclusivamente con base a los instrumentos chavistas: el Alba, Mercosur y otras monsergas.

Al final una propuesta aceptable la tiran al suelo con temas de corta mirada y muy sectaria, alejada de la Constitución y de los grandes avances de la humanidad. Incluso alejadas de los fines últimos de la educación, que como diría Fernando Savater “es desarrollar la disposición a reconocer y respetar la semejanza esencial de los humanos más allá de nuestras diferencias de sexos, etnias o determinaciones naturales”.

Es necesario abrir el debate en torno a esta reforma, para salvar lo bueno que tiene y descartar los abusos de una cerca ideología que desdice de las propias declaraciones contenidas en el documento.