Estas urgencias que vivimos no nos deben quitar tiempo para ver hacia dónde va el mundo y sus avances. Buscar alimentos y medicinas, cuidarnos de la delincuencia, esperar transporte y tratar se sobrevivir dignamente nos ocupan un tiempo precioso, mientras los países normales - que son casi todos – marchan hacia mejores niveles de bienestar.
Eso busca “Hábitat III”, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible que tendrá lugar en Quito, Ecuador, del 17 - 20 de octubre de 2016, un evento que se realiza cada veinte años para reforzar el compromiso global con la urbanización sostenible, para centrarse en la implementación de una nueva agenda urbana.
Se reúnen representantes de entidades multinacionales, gobiernos nacionales, regionales y locales, universidades, organizaciones no – gubernamentales, empresas y expertos para tratar de un nuevo modelo de desarrollo urbano que sea capaz de integrar todas las facetas del desarrollo sostenible para promover la equidad, el bienestar y la prosperidad compartida. Se presentan casos exitosos y estrategias en todos los niveles de los asentamientos humanos, incluidas las pequeñas comunidades rurales, aldeas, pueblos, ciudades intermedias y grandes metrópolis. Hábitat III puede ayudar a sistematizar la alineación entre las ciudades y pueblos y los objetivos de la planificación nacional en su papel como motores del desarrollo económico y social nacional.
No deberían estos escenarios ser ajenos a los trujillanos. Tenemos el 80% de población urbana y la mayoría concentrada en el eje Trujillo – Monay – Valera, donde viven 350.000 de los 820.000 habitantes del Estado. Además de los 100.000 que viven en Boconó y otros 100.000 en el eje panamericano. Esta enorme cantidad de personas - como todos los demás - merecen vivir en lugares exitosos, en ambientes dignos, seguros, aseados y saludables. Y eso se puede, tal como lo demuestran las numerosas experiencias exitosas que se presentan en estos congresos, que - además - van precedidos por muchos eventos regionales y locales, en los cuales se analizan las distintas formas en que cada localidad enfrenta sus desafíos.
Trujillo no puede continuar en una eterna improvisación y un costoso empirismo. Estaremos pendientes de esas experiencias para que nos sirvan de ejemplo en la tarea de impulsar el Trujillo Posible.