Kakistocracia

“Kakistocracia” es el gobierno de los peores. Es un neologismo conformado por dos raíces griegas: “kákistos” que significa pésimo, el peor de todos y “krátos” que es poder, es decir el poder de los pésimos. El antónimo es “aristocracia” que también viene del griego “aristos” que significa excelente o lo mejor, es decir el gobierno de los mejores.
Ya varios escritores se han utilizado este término para tratar de clasificar de alguna manera a este gobierno (entre ellos algunos chavistas como Nicmer Evans en Aporrea). Y es que el régimen acumula tal cantidad de disparates, incluso considerando la doctrina socialista, que es un término muy adecuado para calificar esta pandilla de ignorantes que nos desgobierna.

Existen muchas explicaciones al fracaso de “Socialismo del Siglo XXI”, entre otras el modelo doctrinario atrasado y caduco, la adopción del modelo cubano comprobadamente fracasado, la corrupción descarada, el abandono del Estado de derecho, la vinculación al narcotráfico y al terrorismo, el militarismo, el centralismo, el intento totalitario y otras más, pero una de las más certeras es el culto a la mediocridad de este régimen.

El propio “Pepe Mujica”, ex presidente de Uruguay y amigo de Chávez expresó textualmente: "Le tengo gran respeto a Maduro pero eso no quita que le diga que está loco, loco como una cabra” y agregó: “no van a solucionar nada los problemas que tiene Venezuela”. Víctor Álvarez, ex Ministro de Industrias Básicas y Minería entre los años 2004 y 2006, anota como una de las causas del fracaso del gobierno al clima de sospecha que despertaban los expertos en la alta burocracia chavista.

El Padre Jesuita Pedro Trigo en sesudos análisis publicados por Gumilla en libros y en la revista SIC anota tres grandes causas del fracaso del régimen: la ideología militarista incompatible con la democracia, el tratar de imponer un modelo totalitario y la simple y llana incapacidad predominante. Van y vienen funcionarios, se intercambian ministerios e instituciones, se crean o desparecen estructuras, pero la incapacidad es lo fundamental.

El propio presidente Maduro no puede exhibir un currículo de éxitos ni académicos, empresariales o de gestión pública o privada. “Según algunas fuentes de acuerdo con el histórico escolar de la institución (el Liceo José Ávalos en El Valle, Maduro) no consiguió graduarse de la escuela secundaria”.

Cerremos con el propio Nicmer Evans: “hoy Maduro al único que atiende es a la nueva burguesía parasitaria que vive del control cambiario, aún a pesar de la caída del precio del barril de petróleo, y creo que hasta ellos hoy están arrechos con Maduro”.
Hoy la única manera de sostenerse en el poder es la violencia, cada día más delegada en grupos de delincuentes armados para enfrentarse impunemente a la gente que -en millares- sale a protestar esta desgracia.

La alternativa frente a la Kakistocracia en la libertad, la democracia, el Estado de derecho y una gestión pública honesta, moderna y eficaz.